V DOMINGO DE PASCUA
Yo soy la vid verdadera,
vosotros los sarmientos.
Una palabra de Jesús preciosa en este tiempo de Pascua para recordarnos que sólo el que permanece unido a Él tiene vida, vida eterna.
Unidos a Él podemos dar mucho fruto, fruto en abundancia, frutos de amor, separados de Él nos secamos, se nos acaba la alegría, la vida, se acaba el amor.
Sólo Él puede darnos vida , esa felicidad a la que todos estamos llamados, sólo Él nos puede hacer feliz.
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